Comenzamos el año proponiendo que una de las mayores premisas que tiene este deporte es la conducta (dentro y fuera de la cancha), más allá de las demás virtudes que nos otorga.
Esa disciplina se pone de manifiesto ante el artbitro, los compañeros, al momento de entrenar, en cada encuentro, etc.; no cabe duda que mantenerla en el tiempo también significa un hecho merituorio.
Hori, vos cumpliste con todo y todos, dejemos de lado tus grandes virtudes deportivas, tu comportamiento en cada jugada, tu compañerismo, tu respeto por los demás, el esfuerzo puesto de manifiesto en cada oportunidad, nos llenó todo el año de gran satisfacción.
Hoy nos cuesta mucho despedirte, pero tenemos la gran certeza que nos vamos a volver a encontrar y no va a pasar mucho tiempo para que ello ocurra pues te esperamos en la gira del año que viene.
Queremos que sepas que fuiste "gran merecedor de la pelotita" de rugby que te entregamos y que el rol de líder del grupo que asumiste te pone en el compromiso de visitarlos y visitarnos cada vez que te encuentres en esta ciudad.
Desde este lugar te mandamos un abrazo muy grande.
Los entrenadores.