LA VIRGENCITA DEL RUGBY
Hoy este cronista enfoca su comentario hacia un tema no habitual en crónicas deportivas.
Desde los orígenes de nuestra patria, todos los actos trascendentes de su historia, gobierno, movimientos nacionales, etc. han sido siempre realizados bajo advocaciones o invocando siempre la ayuda de Dios o la intercesión de su Santa Madre
El 5 de enero de 1917 el general San Martín entregó a la Virgen del Carmen, Patrona del Ejército de los Andes su bastón de mando.
El 24 de sep. de 1812 día de la batalla de Tucumán, el general Belgrano rezando puso su bastón de mando en manos de Ntra. Sra. de las Merced.
Así como esto, todas las actividades de nuevos gobiernos patrios, inclusive la redacción y proclamación de su constitución nacional se hacían solicitando la protección de Dios o la intercesión de la Santa Virgen-
Nuestra Sra. de Stella Maris es Patrona de la Armada Argentina
Nuestra Sra. de Loreto es Patrona de la Aeronáutica.
Y nuestra Sra. de Luján, Patrona de la República Argentina.
Una misma y única Madre, bajo distintas advocaciones.
Hoy el materialismo, la falta de compromiso y el malintencionado revisionismo histórico hacen que uno de los países con tradición de mayor fe religiosa católica y devoción mariana se vea hasta casi ridiculizado cuando se nombra o cita o invoca el nombre de los objetos de nuestra fe.
Sin embargo existe un deporte llamado rugby
Y que aunque pocos los sepan tiene a su propia patrona: Nuestra Señora del Rugby, originaria de la villa de Larriviere, en Saint Savin, enclavada en una colina en las partes vasca y catalana de Francia, donde en una pequeña capilla románica, de piedra amarilla con techo de tejas rojas se adora la imagen de la Virgen, que la muestra con el Niño en un brazo y en el otro una pelota de rugby.
Roguemos para que nuestros chicos crezcan bajo su tutela y presencia.
Esa misma imagen la tenemos muy cerca, en lo de nuestros primos del Centro Naval, donde podemos verla a la entrada de las instalaciones.
E invocando su guía y protección, aun para aquellos que descreen, rezamos su oración:
Virgen María
que enseñaste
a tu Niño Jesús
a jugar en tu regazo,
vela maternalmente
sobre nuestros juegos de niños grandes.
Quédate al lado nuestro
cuando la pasión del juego
nos toma por entero
y que hace falta, a pesar de todo,
conservar el dominio de si mismo
y mantener al juego
toda su nobleza
Quédate al lado nuestro
para sostener nuestras fuerzas
y nuestras voluntades
tendidas hacia la victoria.
Pero también, quédate con nosotros,
en el terrible scrum de la existencia,
para que salgamos vencedores
del gran juego de la vida,
dando el ejemplo,
como en la cancha,
de coraje,
de ganas, de espíritu de equipo,
en una palabra, de un ideal
a imagen del tuyo.
Amén
EL CRONISTA SECRETO